La ecología política del progresismo sudamericano: los límites del progreso y la renovación verde de la izquierda

[Eduardo Gudynas]

Después de una larga marcha, diferentes agrupamientos partidarios que se definen como progresistas o de izquierda, conquistaron los gobiernos en la mayoría de los países de América del Sur. Siguiendo ritmos y énfasis diversos, hacia fines de la década de 2000 se alcanzó un máximo de ocho países bajo gobiernos progresistas. Esta izquierda gobernante debió enfrentar urgencias y desafíos que ha sorteado de distinta manera. Mientras que en áreas como la lucha contra la pobreza se han cosechado varios éxitos, el campo de
la temática ambiental revela una situación más compleja: la calidad ambiental continuó deteriorándose, y se repiten los reclamos desde la sociedad civil (en algunos casos incluso se retomaron las protestas ciudadanas). De esta manera, la cuestión ambiental se ha vuelto uno de los desafíos para la izquierda sudamericana contemporánea.
Las reflexiones teóricas en ecología política también han sido muy limitadas. Más allá de llamados genéricos a la defensa del ambiente o campañas centradas en cuestiones como el cambio climático, existen pocos análisis conceptuales recientes generados desde el seno de la izquierda sobre la temática ambiental. Por lo tanto, este tipo de reflexión es tanto urgente como necesaria. El presente ensayo es una contribución a ese tipo de análisis. Se ofrece un apretado resumen de la política y gestión ambiental sudamericana enfocada en los gobiernos progresistas, y desde allí se analizan algunos aspectos conceptuales y teóricos que enfrenta la izquierda ante la temática ambiental. En especial se considera la permanencia de la

ideología del progreso y su reconfiguración actual, de donde se dejan en evidencia algunos nudos conceptuales de la tradición socialista cuando debe lidiar con la temática ambiental. Es importante advertir que no se intenta evaluar en detalle el desempeño ambiental de los gobiernos progresistas, ni tampoco se aspira a revisar todas las vinculaciones entre la
izquierda y el ambientalismo. El alcance de este ensayo se limita a señalar algunas de las tensiones conceptuales más importantes en el momento actual.
Se observa que los gobiernos de izquierda no han logrado una mejoría sustancial en la política y gestión ambientales, en especial debido al nuevo extractivismo que está en marcha en varios países. El debate político sobre los temas ambientales ha sido limitado y los intentos de renovación conceptual, como los del “socialismo del siglo XXI”, ignoran o no incorporan adecuadamente la temática ambiental. De esta manera, se repiten las estrategias convencionales de apropiación de los recursos naturales, especialmente ligados a la exportación de materias primas y la minimización de los impactos ambientales, y vuelve así a surgir la ideología del progreso.
Una perspectiva de izquierda que incorpore la temática ambiental de manera sustantiva obliga a revisar ideas tradicionales, como la fe en el progreso perpetuo, la posibilidad de un futuro de abundancia o las resistencias frente a la ética ambiental. Por lo tanto, entre otras cosas, es necesario reconocer la inminencia de un mundo de escasez y limitaciones ecológicas, la obligación de abandonar la dependencia económica exportadora de materias primas, de articularse con la diversidad social y cultural del continente, y de profundizar las posturas éticas alternas, reconociendo los valores intrínsecos en la naturaleza.
Izquierda y ambientalismo: antecedentes clave
En América del Sur, la prédica ambientalista cobró creciente relevancia por lo menos desde la década de 1970, expresándose en distintas organizaciones ciudadanas, partidos verdes, asociaciones académicas en temas ecológicos, y respuestas institucionales y normativas de diverso tipo, tanto a escala nacional como internacional. En ese largo camino, las relaciones entre la militancia verde y el amplio campo político de la izquierda latinoamericana han mostrado distintas facetas, tanto encuentros como desencuentros.