[François Houtart y Pablo Caller i Salas]
Para analizar una situación, evidentemente compleja, vinculada con una coyuntura internacional caótica que escapa a la capacidad de acción de cualquier país, especialmente del Sur, se debe salir de explicaciones simples reduciendo los procesos sociales a un voluntarismo colectivo o personal, que desembocan sobre acusaciones mutuas, sin excluir la utilización de la violencia institucional o espontánea.
Tampoco se puede negar la lucha de intereses económicos, que tanto al nivel nacional, como internacional, dominan el panorama, orientando las políticas y colonizando las mentes. También, hay varias maneras de concebir la lucha contra la hegemonía del capital y sus pertinencias pueden solamente ser juzgadas por sus resultados. Por eso en una primera sección se analizará el contexto local y global del Ecuador y en una segunda, los eventos de Agosto 2015.
En este texto se trata de elaborar hipótesis destinadas a ser discutidas. La utilización del término modelo no contiene ningún sentido axiológico en sí mismo. Es un objeto social articulado en función de una lógica, que actores sociales adoptan para finalidades que ellos determinan. Cuando hablaremos de un modelo de modernización de la sociedad, no cuestionaremos la intención de cambiar una sociedad para su progreso, pero trataremos analizar el contenido del concepto de modernidad y sus consecuencias sociales.
- El contexto de las protestas de agosto 2015
La doble dimensión, nacional y mundial, del contexto es bien clara. En el conjunto del continente se nota en cada país elementos específicos que caracterizan las etapas de un agotamiento del modelo posneoliberal. Sin embargo los efectos de la crisis global los afectan a todos y tal vez constituyen el elemento más importante.
- Al nivel nacional
El paro sindical y el “levantamiento” indígena de Agosto 2015, fueron el resultado de una situación que se deterioró ya desde hace bastante tiempo. Después de un periodo de caos político que caracterizó en Ecuador la salida progresiva de la era neoliberal[1], se elaboró en 2008, una constitución y el país conoció una estabilidad, que permitió la elaboración de planes de desarrollo, de restablecer el papel activo del Estado; de reconstruir los servicios públicos y de dar un mejor acceso de los más pobres a la salud y a la educación. Así, de 2006 a 2012, la inversión pública casi se multiplico por 6 veces, pasando de $1 943 millones a $11 118 millones.[2]
- El cambio económico y social
Pero esta inversión y todos los cambios resultantes nunca podrían haber visto la luz sin la coyuntura económica favorable que conoció el Ecuador, ni el desempeño del gobierno de la Revolución Ciudadana. Así, cabe resaltar que el país aprovechó del mejoramiento de los precios de las commodities, especialmente del petróleo. Mientras de 2002 a 2006, el petróleo WTI se intercambiaba alrededor de los $45, de 2007 a 2011, giraba alrededor de los $80.[3]
Pero también el gobierno desarrolló una política fiscal nueva, no solo se mejoró la recaudación fiscal por parte del Servicio de Rentas Internas, pero también hubo una reforma de la fiscalización yendo hacia una mayor presión fiscal sobre los altos ingresos, un mejor manejo de los incentivos y una mayor fiscalidad sobre los procesos extractivos.[4] De tal manera que la recaudación fiscal por parte del Estado pasó de $4 600 millones en 2006 a $12 758 millones en 2013, casi triplicando.[5] Y sobre todo, el Ecuador se negó, luego de una auditoria, a seguir pagando el servicio de la deuda exterior, la cual era por buena parte ilegal e ilegítima. Lo que le permitió bajar sustancialmente la parte del presupuesto público dedicada al reembolso de la deuda y de sus intereses. Así, si en 2006 se gastaba 24% del presupuesto a pagar la deuda externa y solo 12% en gastos sociales, en 2011, la deuda externa solo representaba el 7% del presupuesto mientras que los gastos sociales subieron hasta representar un cuarto del presupuesto, lo que refleja un real cambio de perspectiva en las prioridades del Estado.[6]
Este cambió permitió al Estado tomar medidas sociales importantes:
- a favor del trabajo formal: así según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), de diciembre de 2007 hasta junio de 2015, la parte del trabajo informal bajó de 45,1% a 39,3%. [7]
- un aumento del salario mínimo: en términos corrientes, el salario básico pasó de 170$ mensuales en enero de 2007 a 354 $ en enero de 2015. [8]
- avances en el seguro social;
- reconocimiento del trabajo de las amas de casa: las que se afilien, tienen derecho a una pensión jubilar mínima y al seguro social en caso de enfermedad o de invalidez. Con esta medida se reconoce un trabajo que no tiene ningún valor de mercado, lo que atestigua de la filosofía de la Revolución Ciudadana que apunta a poner el ser humano en cima del capital.[9]
- inversiones importantes en los sectores de la salud y de la educación:
En el caso de la educación por ejemplo, en 2006, antes de que la Revolución Ciudadana llega al poder, el Grupo Faro, una ONG especializada en el análisis de políticas públicas, escribía: “El Ecuador invierte poco en educación. Según datos recientes, la educación ocupa un lugar decreciente en el Presupuesto General del Estado […] Otra variable preocupante es la inversión en la educación como porcentaje del Producto Interno Bruto […] Esta inversión se halla entre las más bajas de la región”.[10]
En 7 años de Gobierno, la situación cambió bastante. Según datos de la UNESCO, el Ecuador pasó de invertir el 2% de sus PIB en la educación en 1999 a gastar más del 4,4% en 2012, acercándose de la meta de los 6% establecida por la misma UNESCO. Lo que lo llevó de pasar, en cuanto a la calidad y al acceso a la educación en América Latina, del noveno lugar en 2008 al sexto lugar en 2012.[11]
Por lo del sistema de salud, la situación es bastante similar. Así, como lo notaba la OMS, en 2006: “La mayoría de la población no tiene garantía de acceso a los servicios de salud que necesita y la oferta institucional es desarticulada, adolece de graves deficiencias de cobertura y calidad, por lo cual 1 de cada 4 personas no es atendida en ninguna institución y más del 70 % no tiene seguro de salud, mientras que el porcentaje de gasto privado o de bolsillo (49 %) y las formas de financiamiento son inequitativos”.[12] Mientras que en su informe de 2012 sobre la situación de la salud en la región, decía que “En 2007 llegó una nueva administración preocupada por su soberanía, integración regional y una mayor inversión social […] Los logros más importantes en términos de salud durante el periodo 2006-2010 son (1) la garantía por el Estado del derecho a la salud […] (2) un aumento del presupuesto del ministerio de Salud Pública […] y (3) la introducción progresiva de la salud gratuita.”[13]
No obstante, algunos observadores ven en el aumento de la inversión social el “desarrollo de la fuerza de trabajo calificada”[14] dentro de una perspectiva de un “capitalismo moderno”, como lo confirma las declaraciones del Presidente cuando dice: “Nosotros podemos usar la renta extractiva […] como el petróleo y las minas, y convertirlas en acumulación de capital social: educación, salud, infraestructura productiva, pero también conocimiento y talento humano”. [15] El problema es que, como nos enseña Europa, que en caso de crisis son estos sectores que pagan el precio
Paralelamente, se están realizando también grandes obras públicas para acceder a la soberanía energética están en construcción, entre ellas se puede destacar las ocho represas hidroeléctricas así como la central eólica Villonaco, las cuales proveerán energía al país y supuestamente convertirán el Ecuador en exportador de energía.[16] De igual manera, el Ecuador invirtió bastante en sus vías de comunicación y ahora cuenta con centenares de kilómetros de carreteras nuevas.[17]
Sin embargo, a poco más de dos años del segundo mandato del presidente Rafael Correa, protestas crecientes se generalizaron en el país, no solamente en las varias ramas de la derecha, sino también en los sectores populares. Así en 2013, hemos asistido a movilizaciones de colectivos ecológicos y ambientalistas en contra de la explotación petrolera en parque nacional Yasuní. En 2014, a marchas de sindicatos y organizaciones gremiales en contra de la Reforma del Código Laboral, a marchas indígenas en contra de la Ley de Recursos Hídricos, a marchas de estudiantes en contra del aumento del pasaje de transporte público. En 2015, a movilizaciones indígenas en contra de la expulsión de la CONAIE[18] de su sede por parte del gobierno, a marchas de jubilados en contra de la reforma de la financiación de las pensiones, a marchas estudiantiles a favor del libre ingreso a la carrera universitaria, a marchas en contra de la firma del tratado de libre cambio con la Unión Europea, en contra del proyecto de Ley de Tierras, en contra de los proyectos de minerías, etc. Tampoco se puede olvidar las fuertes protestas por parte de la clase media, de la burguesía y de le derecha en contra de los proyectos de Ley de Redistribución de la Riqueza y de Ley de Plusvalía.[19]
Muchos elementos intervienen para explicar tal situación. Entre ellos un factor central: el agotamiento de un modelo de modernización de la sociedad que, a pesar de sus logros sociales y sus numerosas inversiones públicas, no transformó el modo de acumulación y sus contradicciones fundamentales: grave destrucción ambiental; proletarización de los campesinos; desintegración de la culturas indígenas; urbanización poco controlada. Como lo notaban Francisco Muñoz y Diego Carrion, “la transformación de la matriz productiva se reduce al cambio y diversificación de valores de uso […] así como el reemplazo por producción nacional. Se deja de lado la estructura de la propiedad de los medios de producción y no se aborda los límites estructurales de nuestra condición dependiente”.[20]
Según el Presidente Rafael Correa se trata de consolidar un “capitalismo moderno” basado en una nueva matriz productiva que posibilite acelerar las exportaciones de productos fósiles (petróleo, minas) y agrícolas (banano, azúcar, palma, brócoli, agro-combustibles por medio de monocultivos); disminuir las importaciones; asegurar la soberanía energética; remplazar el petróleo que está llegando a su pico por la extracción minera y el agro-negocio.[21] Este modelo parece inscribirse dentro del “consenso de los commodities”, según lo cual no se podría construir una alternativa progresista en América Latina sin recorrer al neo-extractivismo, o sea a la explotación de recursos naturales (no-) renovables. [22]
Sin embargo este modelo está en crisis por su alta dependencia a los precios internacionales de materias primas. De hecho, asistimos a la caída de estos precios (petróleo, oro, cobre, productos agrícolas…), los cuales sustentan este modelo neo-extractivista. Así, mientras que el petróleo WTI, recurso que contaba por 11% del PIB Ecuatoriano en 2014,[23] se intercambiaba alrededor de los 95 $ entre 2012 y 2014, hasta ahora, por este año, solo se intercambia alrededor de los 50 $.[24] Del mismo modo, los precios de los productos agropecuarios (“Food Price Index” realizado por la FAO) perdieron casi un cuarto de su valor en un año, [25] lo que impacta fuertemente el Ecuador cuyas exportaciones son mayormente bienes primarios (79% en 2012) con una fuerte presencia de productos agrícolas.[26]
Sin embargo, el ejecutivo sigue con su proyecto de crear de manera rápida el progreso del pueblo ecuatoriano, con un liderazgo dinámico y la adopción de conocimientos y de tecnologías avanzadas. De verdad, hasta ahora, el Ecuador es probablemente el país de América Latina que supo aprovechar lo mejor de los logros de este modelo. Además que jugó un papel protagónico para la integración latino-americana y la imagen del país al exterior se transformó de manera positiva. Hasta hace poco, el Presidente Rafael Correa se destacó por el papel que jugó como Presidente pro tempore de la CELAC[27] en la resolución de la crisis frontera que opuso los gobiernos venezolanos y colombianos.
Socialmente, se desarrolló una clase media con un consumo importante de bienes importados[28]; se realizó una salida de la pobreza de casi un millón y medio de personas, con programas eficaces, pero de tipo principalmente compensatorio que crean más clientes que actores sociales. Sí bien se distribuyó el bono de vivienda, el bono de desarrollo humano, se implementaron los programas Alimentate Ecuador, Socio-Páramo, la Misión Solidaria Manuela Espejo, etc. cuyos impactos en la vida cotidiana de los ecuatorianos, especialmente los más pobres, es indudable. Estas acciones, como lo subraya Luis Alberto Tuaza, Profesor de la Universidad Nacional de Chimborazo, “se conciben en términos de ayuda, demostraciones de obras de caridad y de benevolencia gubernamental para con los pobres y necesitados, concepciones en que se evidencia de cierto modo la práctica de la limosna cristiana [… Estas] políticas son consideradas como las dadivas que vienen de lo alto por lo que los beneficiaros están en la obligación de demostrar gratitud y lealtad”. [29]
De una cierta manera, lo reconoce el mismo Pabel Muñoz, Secretario Nacional de Planificación y Desarrollo, “no basta con contar con un buen sistema redistributivo, es necesario producir distribuyendo, asegurar las condiciones para que la estructura productiva del país sea más equitativa [por lo que habría que] superar las lógicas asistencialistas para construir una verdadera justicia económica”.[30]
Este es el objetivo de la Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza, la cual por ejemplo, a través de la promoción de una agricultura campesina, familiar e indígena, pretende potenciar los campesinos para que sean actores de su propio desarrollo (acceso a la tierra, a créditos, capacitación etc.). De hecho, el potencial de este tipo de agricultura en términos de empleos, de conservación de la biodiversidad y de soberanía alimentaria es inmenso, ya que con solo 20% de las tierras arables y 37% del riego alcanza proveer 60% de los alimentos que se consumen en el país.[31] No obstante esta apuesta para otro desarrollo rural más sostenible social y ecológicamente no cuenta con mayor apoyo dentro del gobierno de Alianza País, como lo comprueban el Proyecto de Ley de Tierras o las declaraciones del Presidente en abril 2015 a favor de la agroindustria y des las agroexportaciones para reequilibrar la balanza comercial ecuatoriana.[32]
Políticamente, se redujo el poder de la antigua oligarquía capitalista, se eliminaron los partidos políticos tradicionales denominados como partidocracia. Al mismo tiempo, nuevos grupos capitalistas “modernos” económicamente eficaces se reforzaron, con procesos acelerados de acumulación y de concentración en los sectores de las finanzas; de la construcción; del comercio; de las telecomunicaciones; del agro-negocio y de los intermediarios con los nuevos inversionistas, especialmente chinos. Poco a poco se constituyó una derecha “moderna”, que está tanto dentro de la oposición como dentro del gobierno; se aumentó la recaudación fiscal por medio del IVA y la creación de nuevos impuestos, pero todavía moderada para los más ricos y sin tocar ciertos intereses extranjeros y se recuperó mayor participación de las ganancias de las empresas extractivas para financiar los programas sociales.
La derecha ecuatoriana que se opone al actual gobierno es plural: la antigua oligarquía que no tiene mucho peso político y la nueva que está divida en tres ramas principales:
- el Movimiento Creando Oportunidades (CREO), dirigido por Guillermo Lasso, exgerente del Banco de Guayaquil, también Superministro de Economía bajo la presidencia de Jamil Mahuad (1998-2000) y asesor del Presidente Lucio Guiterrez (2003-2005). O sea una figura asociada a la vieja partidocracia así como al poder financiero.
- el Partido Social-Cristiano, Madera de Guerrero, liderado por Jaime Nebot, actual alcalde de Guayaquil. Él fue gobernador de la provincia de Guayas bajo la dictadura de León Febres Cordero (1984-19889), conocido por sus violaciones de los derechos humanos.[33] Ha sido reelegido por la cuarta vez alcalde de Guayaquil en 2014.
- Sociedad Unida Mas Acción (SUMA), cuyo Presidente es Mauricio Rodas, alcalde de Quito. Sí bien se presenta como una figura apartidista intentando de sobrepasar la vieja oposición izquierda-derecha, no obstante su gestión municipal consagró la baja del impuesto y la promoción de proyectos públicos-privados. [34]
Cada una de estas ramas está vinculada con intereses económicos específicos. Así, la oposición de derecha no tiene un liderazgo ni un programa único, se caracteriza principalmente por su oposición al presidente Correa y tiene por estrategia infiltrar los movimientos de protesta.
Pero existe también una derecha adentro del Gobierno. Ella acepta la lucha contra la pobreza que amplía las bases del mercado; el trabajo formal; el seguro social; aún pagar un cierto nivel de impuestos, a condición que la estabilidad política les permite proseguir en ciertos sectores de la economía un proceso de acumulación acelerado.
En varios momentos, varios líderes indígenas se acercaron a personalidades de las derechas opuestas al gobierno, siempre con la finalidad de oponerse a la figura del Presidente o a su proyecto.[35] Fueron desacreditadas por la CONAIE. No obstante demuestran la dificultad del movimiento indígena en su diversidad de posicionarse frente al proyecto de la Revolución Ciudadana. Además, no hay duda que los servicios secretos de los Estados Unidos (CIA y otros) sean activos para fomentar el desorden, como siempre, pero no pueden ser considerados como la primera causa de los alborotos socio-políticos que conoce el país en este momento. La teoría del complot tiene el peligro de velar las causas profundas del proceso, e infelizmente se utiliza con demasiada facilidad en los otros países progresistas del continente.[36]
Por otra parte, ciertos grupos sociales (médicos, trabajadores del petróleo, jubilados, universitarios) han defendido intereses corporativos frente a reformas necesarias, pero a menudo impuestas desde arriba, por deseo de eficacia, muchas veces sin real diálogo y en varios casos de manera arbitraria, obligando a dar pasos atrás para rectificar errores. En el caso de los proyectos de Ley de Redistribución de la Riqueza y de Ley de Plusvalía, el malentendido fue tan profundo, que la derecha logró provocar en una buena parte de la clase media baja y aún de campesinos e indígenas, una reacción de rechazo contra medidas destinadas a repartir mejor la riqueza. Hubo, en este caso, evidente déficit de comunicación, debido a un flujo de información desde arriba, sin suficiente atención a las reacciones de los que la reciben. Fue uno de los efectos de un liderazgo demasiado exclusivo, que también ve en una enmienda de la constitución para la reelección, la única manera de asegurar la continuidad del modelo.[37]
El proyecto, que desde el principio identificó modernización de la sociedad con el “buen vivir”, ha generado progresivamente un malestar generalizado a pesar de sus logros indiscutibles. Por una parte, grupos políticos que habían hecho una alianza con el Gobierno de Alianza País, perdieron su cuota de poder y se separaron. Por otra parte, movimientos sociales que defienden la naturaleza; los derechos obreros afectados por la nueva matriz productiva; la posibilidad de organizar sindicatos en el sector público; la plurinacionalidad; los territorios y la identidad en tanto que pueblos de los indígenas, fueron considerados como obstáculos al proyecto modernizador. El nuevo código integral penal (COIP) y ciertos decretos presidenciales, como el decreto 16 sobre las organizaciones sociales, son los instrumentos utilizados para limitar sus acciones.[38] Simultáneamente, se crearon movimientos paralelos favorables al gobierno, con una base frágil, aunque numerosa, porque fue construida en gran parte sobre ventajas económicas inmediatas o como fruto del modelo de modernización, que hoy en día entra en crisis.[39]
- El Cambio en la gestión política
Al mismo tiempo, se desarrolló en el país un aparato de Estado bastante amplio, utilizado en varios casos como instrumento partidario para asegurar la continuidad del proyecto en el cual la influencia del ejecutivo es predominante. Se trata de un Estado administrado por una organización política pluriclasista (Alianza País), donde las fuerzas de derecha empezaron a ocupar un espacio siempre mayor en sectores estratégicos, especialmente desde el segundo mandato presidencial y el desarrollo de los efectos de la crisis.
El conjunto de estos procesos son más el fruto de lógicas sociales, que de cálculos individuales, aún si ellos existen. Son connaturales al ejercicio de un poder que persigue la eficacia y objetivos políticos desde arriba, aún con un apoyo popular fuerte. No son determinismos, sino condicionamientos que siempre pueden revertirse con otra concepción del poder.
Se tendría que abordar también muchos otros aspectos de la situación del Ecuador, como el uso de las comunicaciones por el poder, si bien no se ha suprimido la libertad de prensa, como se dice en ciertos medios de la derecha, la hiper-comunicación de tipo vertical al servicio del modelo modernizador, empieza a cansar en vez de convencer.[40] También se puede señalar la dificultad de promover una verdadera participación, por lo que muy a menudo está institucionalizada desde arriba, a este respeto el caso del Consejo de Participación Ciudadana es sintomático. Este consejo, encargado de promover la participación y el control de la ciudadanía sobre asuntos públicos, ha renovado sus miembros en julio de 2015. El procedimiento exige que los candidatos pasan pruebas y, en función de sus resultados, los mejores son nombrados concejales. Resultó de hecho, que los 7 nuevos concejales principales son antiguos funcionarios del gobierno o de la presidencia. [41]
También se debe mencionar que la organización política tiende a monopolizar los roles, las decisiones y que, con demasiada frecuencia, la descentralización se aparenta más a un proceso de desconcentración del Estado central que a una transferencia real de sus competencias hacia autoridades sub-nacionales autónomas. A título de información, en 2011, el presupuesto otorgado a los Gobiernos Autónomos Descentralizados solo representaba 10,2% del presupuesto votado al Estado central.[42]
En este contexto donde el Estado central cumple un papel hegemónico, y, cómo en el resto del mundo, los movimientos sociales ecuatorianos han perdido la fuerza que tenían en los 90s. Hubo el efecto de la crisis económica; los errores políticos debidos a preocupaciones inmediatas, a menudo electorales; la pérdida de objetivos a largo plazo; la invasión de la sociedad de consumo; la absorción del liderazgo por los partidos y organizaciones políticas nuevas y su burocratización y adicionalmente, la cooptación individual y grupal por el aparato de Estado. Por estas razones los movimientos sociales se encuentran en una relación desigual mayor frente al Estado.
- Los pueblos indígenas
Los pueblos indígenas tienen su especificidad también en esta realidad. En 2007, al inicio del nuevo sistema político que produjo una Constitución muy avanzada que incluye los derechos de la naturaleza; ratifica los derechos colectivos de los pueblos indígenas y reconoce al Ecuador como Estado Plurinacional. Hubo un apoyo de la CONAIE que fue protagonista del levantamiento indígena de 1990.[43]
Poco a poco vino la decepción frente a la no aplicación de la Constitución en materia de territorios, de conducción de la educación bilingüe; la ausencia de reforma agraria; las nuevas leyes y códigos que favorecen los monocultivos; la desposesión del control comunitario del agua en general y de la de los páramos en particular, sin hablar del desprecio, los insultos, y la deslegitimación sistemáticos de parte del poder. En las políticas sociales se consideraron a los indígenas como pobres, como campesinos, o ciudadanos, pero no como comunidades, pueblos, nacionalidades. La marcha del 8 de Marzo 2012 no fue entendida lo suficiente por el poder político. El proyecto modernizador apareció más y más como destructor de la identidad indígena. No era necesariamente su objetivo, sino el resultado, aún de parte de personas bien intencionadas, pero con una gran dificultad de entender en su esencia la realidad y la perspectiva indígena. De hecho, como lo observa Rickard Lalander, Profesor de la Universidad de Helsinki, se realiza “un proceso de “desectorización” de la sociedad, [que niega…] las estratificaciones sociales configuradas en clivajes étnicos, religiosos, de género,… y, en cambio, [valora] a todos como ciudadanos”.[44] Según este autor, las corporaciones (sindicatos, ONG, organizaciones sociales, las cámaras de producciones, los movimientos indígenas,…) son indistintamente vistas como responsables del statu-quo antes prevaleciente, de tal manera que la estrategia de Alianza País consiste en dirigirse directamente al ciudadano, más allá de cualquier “poder facticio”.[45]
La aceleración de la disolución socio-cultural de las comunidades y pueblos indígenas por la urbanización; la desestructuración del tejido social rural propio; el sistema educacional; los medios de comunicación; la sociedad de consumo; la individualización de la propiedad; la folklorización de la cultura y de las cosmovisiones, son factores, que añadidos a la política oficial, han creado dentro de varios indígenas un sentimiento de verdadera desesperación y desengaño. Por otra parte, un buen número de ellos entraron en el sistema y se va conformando también una “pequeña burguesía” indígena, con reacciones similares a las de la nueva clase media en ascenso.
Para las organizaciones indígenas, la visita del Papa Francisco en junio 2015 fue un elemento coyuntural que se sumó a este estado de cosas, por la invisibilización de los pueblos indígenas y de sus líderes, situación muy diferente a la de 30 años antes, donde un encuentro del Papa Juan Pablo II con más de 300.000 indígenas tuvo lugar en Latacunga. En esa ocasión, Monseñor Leonidas Proaño fue proclamado “el obispo de los indígenas”. En 2015, el único que recordó su memoria fue el Presidente de la Republica en su discurso de bienvenida al Papa. En el resto de los tres días de visita, el silencio fue total.
Evidentemente la alternativa no consiste en crear “reservas” a las que Álvaro García Linera, vice-presidente de Bolivia, les llama “jardines zoológicos”, sino de reconocer los derechos históricos de los pueblos que fueron desposeídos de sus territorios y de sus culturas al inicio por un capitalismo mercantil y colonial triunfante y más tarde por la integración en un capitalismo globalizado. La alternativa en este caso consiste en reparar la injusticia histórica para permitir a los pueblos indígenas vivir el Sumak Kawsay y mantener sus identidades con las bases materiales necesarias. Apoyar la agricultura indígena; la educación bilingüe; la justicia autóctona; las organizaciones indígenas urbanas; definir los territorios,… son algunas de las medidas que podrían contribuir a una transformación que mira al futuro sin necesariamente poner en peligro un proyecto nacional.
Es en este contexto que se deben interpretar las reacciones de las organizaciones indígenas históricas que muchos perciben como irracionales o exageradas, sino peligrosas.
- Al nivel internacional
Los factores externos juegan un papel crucial en la situación actual del Ecuador y son esencialmente debidos a la crisis internacional que desde 2012 empezó a afectar los países del Sur y en particular a América Latina. La base material misma del proyecto de progreso social sufre de las consecuencias de la crisis del capitalismo mundial, que es mucho más que una crisis financiera y económica, sino realmente una crisis de civilización. No se trata de un fenómeno pasajero, como no cesan de afirmarlo los líderes europeos desde 2008.
La coyuntura internacional se degrada, así el Fondo Monetario Internacional prevé un decrecimiento de 0,3% para América Latina y el Caribe en 2015, y de 0,6% para el Ecuador.[46] La causa de esta caída no se encuentra solamente por los precios bajos del petróleo que pasó en algunos meses de cerca de $100 el barril a girar alrededor de los $50,[47] sino que la crisis europea se profundiza y China al ver que su economía se contrae, desvalúa su moneda. La dolarización de la economía ecuatoriana permite que la inflación sea relativamente lenta, sin embargo real, pero disminuye su competitividad frente a economías vecinas que también desvalúan su moneda (Perú, Colombia, Venezuela, Brasil). Muchos indicadores económicos atestiguan de esta crisis: la bajada de la recaudación de impuestos en agosto de 2015 (- 8%),[48] los dos primeros trimestres de 2015 han registrado una baja de la actividad económica, con respectivamente -0,1% y -0,3%, colocando oficialmente la economía ecuatoriana en recesión,[49] varios sectores están cayendo (30% para el sector automotor, 2,71% para el sector textil,…),[50] al igual que los depósitos y los ahorros en los bancos,[51] etc.
El resultado para el Ecuador es la necesidad de recurrir al endeudamiento que se acelera rápidamente, a pesar de ser por el momento relativamente modesto en comparación con los de EE.UU, Bélgica, Japón, cabe mencionar que la deuda ecuatoriana más que duplicó de 2010 a 2015, pasando de $13 336 millones a $32 624 millones.[52] La necesidad de financiamiento exige nuevas relaciones con los antiguos enemigos, Banco Mundial, Goldman Sachs, aún si los términos de las transacciones son diferentes, o con nuevos acreedores: China, Tailandia, Catar, Arabia Saudita. También el Gobierno ve la necesidad de disminuir el ritmo de las inversiones públicas y pedir la colaboración del sector privado. Así, en octubre 2015, el gerente de PetroEcuador, la empresa pública encargada de extraer, refinar y comercializar el petróleo ecuatoriano, propuso al Presidente vender una parte de sus gasolineras y dejar de subsidiar el combustible mientras despidió personal.[53]
En la misma línea de una retirada del estado, la Ministra Coordinadora de la Producción y Empleo, Nathalie Cely, está trabajando sobre el proyecto de Ley de Asociaciones Público Privadas para mantener el nivel de inversión en el país gracias a la atracción del sector privado (nacional o internacional) y a través de bajas de impuestos.[54] El ministro Coordinador de la Política Económica, Patricio Rivera, abunda en la misma dirección, y concluyo una entrevista diciendo: “la participación pública va bajando y la privada aumentará”.[55] Se anuncian políticas similares a la “austeridad” en Europa que inevitablemente van afectar los ingresos y el empleo.
En la perspectiva del proyecto de modernización del país se trata de medidas razonables para salvar lo esencial, especialmente si se piensa que la crisis será pasajera. Se entiende que otra lectura de la realidad sea considerada como un real peligro. La reacción gubernamental es tanto más fuerte que existe la convicción profunda de poseer la verdad y que logros reales fueron almacenados.
- Los eventos de Agosto 2015
- El lento deterioro socio-político
Las protestas y las violencias que explotaron en Agosto 2015, fueron precedidas por varios eventos que contribuyeron a preparar un terreno favorable a un deterioro de la situación. No podemos ser exhaustivos, sino señalar algunos elementos.
La decisión que tomó el Presidente en agosto de 2013 de explotar el petróleo del Yasuní es uno de ellos. Sin duda, por varios factores, la comunidad internacional no respondió a las expectativas y el Presidente Correa declaró que esta decisión fue la más difícil de su mandato. También, él afirmo que solo una infinitésima parte de este parque nacional seria afectada por la explotación minera, que tecnologías recientes minimizarían los impactos ambientales y que las comunidades locales recibirán una parte importante de las ganancias.[56] Sin embargo, grupos económicos nacionales también tenían interés a pasar al plan B. La resistencia de jóvenes, especialmente de medios urbanos, fue el fruto de una creciente consciencia ecológica, que encontramos en muchas partes del mundo. En 2014, cuando organizaron una colecta de firmas pidiendo una consulta popular, la Comisión electoral deslegitimó el proceso y anuló centenares de miles de firmas, con argumentos jurídicos formales discutibles (formato de los formularios, etc.) junto a objeciones justas (repetición de firmas). Una delegación de ellos se fue a Lima para testificar frente a un Tribunal Internacional de Opinión y el bus en el cual viajaban fue parado por la policía por razones “técnicas” provocando un retraso del viaje.[57]
La exploración minera en el valle de Intag por la compañía nacional chilena CODELCO junto con la empresa nacional ENAMI fue otro caso que tuvo una oposición fuerte de una parte importante de la población local. No era la primera vez. La lucha comenzó en la década de los 90as cuando la empresa japonesa Bishimetales consiguió la concesión de una parte del territorio el valle. La resistencia de los habitantes logró expulsar a la empresa en 1997. En 2004, el estado ecuatoriano volvió a permitir la entrada de otra multinacional, la canadiense Ascendant Copper. Las 76 comunidades del valle expulsaron la compañía. El actual Gobierno inicio el proyecto Llurimagua, con las dos empresas citadas. El 14 de septiembre 2014, los comuneros de Intag bloquearon el acceso a la mina. La respuesta de las autoridades fue la ocupación militar del lugar y el apresamiento de sus líderes para agotar con el tiempo las protestas.[58]
A finales del 2014, la sede de la CONAIE por el Estado en comodato, fue objeto de una decisión ministerial de recuperación para fines sociales (alojamiento de jóvenes drogados). Esta decisión contó con el apoyo presidencial, que acusó la organización de tener actividades políticas incompatibles con su estado de movimiento social y también de desorden administrativo. La medida provocó reacciones nacionales e internacionales fuertes. Finalmente la orden de desalojo fue retirada, algunos días antes de la visita del Papa en Julio 2015, pero los siete meses de incertidumbre devinieron en muchas insatisfacciones y movilizaciones.[59]
El primero de Mayo 2015, la tradicional marcha del Trabajo se dividió en dos. La primera organizada por los movimientos sociales tradicionales y la otra por el Gobierno y organizaciones afines. De tamaño bastante similar, las dos marchas tenían sin embargo condiciones de realización bastante diferentes. Los participantes de las provincias de la marcha oficial fueron transportados gratuitamente y recibieron alimentación distribuidas por las autoridades. En la otra manifestación, por primera vez, una de las consignas fue “Fuera Correa fuera” y algunos grupos de la derecha se juntaron a ella. Al final hubo violencias de parte de grupos de jóvenes encapuchados que no pudieron ser controlados por los organizadores de la marcha.
Otro caso fue el anuncio de los dos proyectos de ley ya citado, uno sobre las herencias y otro sobre la especulación. Provocaron una fuerte reacción de las diversas derechas tradicionales y modernas, bajo el argumento de que se trataba de un ataque a la familia. Una parte de la clase media se juntó al movimiento. Manifestaciones diarias se organizaron en el norte de la capital y hubo una tentativa, por elementos de la derecha, de ocupar la plaza de la Independencia (sede del Palacio presidencial). Rafael Correa al regresar de una reunión en Bruselas como presidente pro tempore de la CELAC, retiró provisionalmente los dos proyectos de ley, para pacificar las tensiones en la víspera de la visita del Papa Francisco. Sin embargo, la presencia del Papa fue solamente un paréntesis en la confrontación política y a pesar de las explicaciones más precisas sobre la aplicación de las leyes, la oposición a éstas, disminuyó ligeramente, pero no desapareció.
- El levantamiento indígena y el paro nacional
El primer elemento de las protestas fue la decisión de los dirigentes del FUT (movimiento obrero sindical histórico) de realizar un paro indefinido a partir del 13 de Agosto, con varias demandas laborales y políticas (retirar las enmiendas a la constitución, que incluyen la reelección presidencial). Por su parte, la CONAIE decidió llamar a un levantamiento indígena, iniciando el dos de Agosto una marcha desde el Sur del país para llegar a Quito el 12 de Agosto. La organización indígena tuvo planteamientos claros: el objetivo de la movilización no era pedir la dimisión del presidente (él tiene que terminar su mandato) ni de tumbar el gobierno y se rechazaba claramente toda alianza con la derecha. Se hizo un llamamiento a marchar de manera pacífica.
El Gobierno preocupado por la situación todavía tensa después de la visita del Papa, llamó a un “diálogo con los de buena fe”, y empezó a nivel nacional a organizar reuniones con varios sectores de la población. En un mes y medio, centenares de grupos y organizaciones nacionales y locales fueron contactados. De hecho, los debates se realizaron en gran parte con organizaciones más o menos afines al Gobierno. Aun así, se han revelado muchas críticas generalmente dirigidas a la falta de reconocimiento de parte de los organismos y de los mandatarios del Estado. Las organizaciones indígenas y sindicales tradicionales no aceptaron participar a estas iniciativas, estimando que no había condiciones para el diálogo por lo que éste se reducía generalmente a la socialización de decisiones ya tomadas o de proyectos gubernamentales ya implementados.
El paro sindical, en principio indefinido, no tuvo éxito masivo, aunque en la capital las actividades sí se redujeron y el centro de Quito se paralizó. Se debe recordar que la huelga es ilegal en los servicios públicos, donde los sindicatos no son permitidos.[60] El levantamiento indígena que empezó en el Sur del país se trasformó en una marcha recibida en el camino por simpatizantes y opositores, sin incidentes mayores, pero no fue comparable con los levantamientos del pasado. Varios exdirigentes de la CONAIE y un cierto número de organizaciones indígenas y gremiales nacionales y locales se pronunciaron contra la marcha. Estos hechos permitieron al Gobierno de hablar de un fracaso.
Sin embargo, la marcha del 13 de Agosto fue impresionante. Hubo decenas de miles de personas. Los indígenas estaban a la cabeza. Dentro de la marcha hubo también un buen número de banderas negras de la derecha. Varios de estos grupos se mostraban verbalmente agresivos contra las fuerzas del orden. Los eslóganes eran netamente hostiles al presidente Correa. Jóvenes encapuchados estaban presentes en varios lugares, a pesar de un servicio de seguridad organizado por los movimientos sociales.
Los partidarios del Gobierno y miembros de Alianza País estaban en la Plaza Grande, frente al palacio presidencial, donde una tarima había sido instalada con un grupo musical. Unas diez mil personas, muchas de origen popular, estaban presentes en la plaza y en las calles vecinas, protegidas por un impresionante operativo de la policía y del ejército, que tenía la misión de impedir enfrentamientos. En la plaza, la guardia presidencial estaba presente y también un grupo de combatientes Shuar vestidos de negro, que actuaron en la última guerra contra el Perú.
Al llegar la marcha cerca de la plaza de la Independencia, en vez de seguir el trayecto previsto hasta la plaza San Domingo, un grupo de jóvenes encapuchados de las izquierdas radicales bastante desprestigiadas -entre otros- por el uso de la violencia, empezó a tirar piedras y cocteles Molotov contra la policía y el ejército que controlaban el ingreso a la plaza de la Independencia. Es un hecho que una parte de la juventud de la CONAIE se dejó influir por ellos. Miembros de la marcha cayeron en provocación. Dos líderes de la organización indígena se juntaron a los jóvenes. La policía y el ejército reaccionaron duramente, lanzando gas lacrimógeno. Otro líder, el presidente del ECUARUNARI fue herido por la policía y trasladado bajo custodia a un hospital. Su compañera, Manuela Pick, periodista y antropóloga franco-brasilera fue también vejada y así mismo trasladada bajo custodia primero a otro hospital y después a un lugar de detención del Ministerio del Interior. Su visa fue cancelada. Eso provocó una campaña internacional de protesta. Una jueza dictaminó su libertad al considerar que su detención fue ilegal. Ella fue liberada, pero dos días después un juez negó el pedido de acción de protección, con lo cual al quedar en indefección, tuvo que abandonar el país.
La marcha se desarrolló sin otros incidentes hasta la plaza San Domingo, pero varios manifestantes se dirigieron después hasta la plaza San Francisco, donde hubo nuevos enfrentamientos, la policía utilizó perros y caballería para dispersar a los manifestantes. Todo eso provocó heridas en ellos y en policías.
A la noche, el presidente Correa se dirigió a los de la Plaza Grande, con un discurso particularmente duro, el cual condenó a los manifestantes de la marcha; afirmó que la violencia hacía parte de su estrategia; denunció que la coalición de los indígenas y sindicatos era con la derecha; habló de una tentativa de desestabilización del Gobierno por parte de una minoría y reiteró insultos contra los dirigentes indígenas. El discurso fue obviamente una expresión de exasperación. Cuando se sabe que las malas noticias se acumulaban en otros frentes, se puede entender. El precio del petróleo continuaba su descenso; China y Rusia, pero también los países vecinos seguían devaluando sus monedas; el déficit comercial se acentuaba; el presupuesto estatal debía ser seriamente reducido. A esto se añadió amenazas de erupción del volcán Cotopaxi, vecino de Quito y previsiones pesimistas para el fenómeno del Niño.
En las provincias, con acciones de las bases de la CONAIE también se produjeron incidentes durante toda una semana mediante la realización de marchas, bloqueos de carreteras y tomas de edificios públicos, particularmente entre Loja y Cuenca protagonizados por el pueblo Kichwa Saraguro y en el Oriente (Amazonía): como ocurrió en Macas, donde el Gobernador fue retenido en su sede por indígenas Shuar y Achuar tradicionalmente armados de lanzas. La reacción policial fue dura y al final, los indígenas amazónicos optaron por retirarse para evitar la espiral de violencia. En Quito los indígenas han acampado en carpas en el Parque del Arbolito más de una semana y desde allí las marchas continuaron cada dos días hacia el centro histórico de la ciudad, sin incidentes y con mayor control por parte de las organizaciones.
Durante la primera semana de las protestas, un centenar de policías resultaron heridos. Hubo un centenar de detenciones y también decenas de heridos entre los indígenas y otros manifestantes y serias brutalidades contra mujeres indígenas.
En varias ocasiones hubo sesiones de evaluación de parte de la organización indígena y de los sindicatos. Se reconoció que la declaración de un levantamiento indígena había exigido una mejor preparación y que un paro indefinido no era realmente factible en las circunstancias socio-económicas del país. Los líderes que trataron de ir hasta la plaza de la Independencia fueron criticados. Los que pretendían que la salida de Rafael Correa tenía que ser el objetivo de las protestas fueron reprochados, porque esta posición entraba en contradicción con la posición original de la CONAIE. Sin embargo, después de la primera semana de protestas se decidió seguir con marchas en la capital y acciones específicas en otras partes del país, pero tratando de conservar su carácter pacífico.
Varios miembros del Gobierno, en acuerdo con la posición del Presidente, dijeron que un diálogo con quienes estaban al frente del desorden y el caos no era posible.
Cuando se reflexiona en función del futuro, parece claramente que el primer paso es evitar que continúe la violencia, que puede desembocar en pérdidas de vidas y profundizar una polarización. El momento amerita eventualmente una mediación del exterior. Un segundo paso sería construir espacios de diálogo basados en una lectura realista de la situación, en el que, por una parte, se descarte las maniobras de la derecha por parte de las organizaciones indígenas y sindicales y, por otra que el Gobierno reconozca la legitimidad de las protestas.
- Un proceso local inserto en una lógica de conjunto mundial
Las reflexiones de Bolívar Echeverría, uno de los mejores pensadores ecuatorianos de la posguerra, cuyo pensamiento se sitúa dentro de la corriente de la escuela de Frankfurt, nos permiten entender que no se trata de un fenómeno puramente ecuatoriano, ni de un proyecto “maquiavélico” de una organización política particular, como Alianza País y menos aún todavía de un solo hombre, como el presidente Correa. Es la concepción occidental de la modernidad que está en cuestión, porque, según este pensador, desde el inicio del siglo de las Luces, ella fue absorbida por la lógica del capitalismo.[61] Karl Polanyi, historiador del sistema económico, desarrolló ideas similares, afirmando que el capitalismo desvinculó la economía de la sociedad, permitiendo a este último imponer la ley del valor a todos los aspectos de la vida colectiva.[62]
Se puede pensar que la caída del socialismo del siglo XX fue debida en gran parte al hecho que no se cambió esta visión del desarrollo humano, considerando el progreso como lineal, fruto de la ciencia y de las técnicas; y el planeta como una reserva inagotable de recursos naturales. Por la misma razón, la China y el Vietnam adoptaron políticas económicas de mercado, ignorando las externalidades, es decir las consecuencias ambientales y sociales. En el Ecuador, la misma ausencia de visión holística caracteriza a la concepción de la “nueva matriz productiva”: exportar sin tomar suficientemente en cuenta las externalidades, es decir los daños ambientales y sociales.
Evidentemente, no se trata de proponer un retorno al pasado, sino de redefinir una nueva modernidad, implicando un cambio de paradigma, con aplicaciones concretas y procesos de transiciones, para responder a las necesidades de la humanidad y del planeta, en el caso, aplicadas a la situación del Ecuador, lo que se puede llamar el Bien Común de la Humanidad o también el “Buen Vivir”.[63]
Como en otras partes del mundo, muchos piensan que el único modelo posible en la coyuntura actual, es un mejoramiento del capitalismo (social y verde). Por una parte la fuerza del sistema, a pesar de la crisis, es enorme (se ha visto en Grecia) con la combinación del capitalismo de monopolio y de las instituciones financieras y comerciales internacionales. Por otra parte, el pensamiento económico y social de los movimientos y líderes políticos nuevos no va mucho más allá que en la formulación de una nueva forma de desarrollismo sin crítica de la modernidad capitalista. Ellos también han tenido un apoyo popular real, que empezó a disminuir solamente con el cambio de la coyuntura económica mundial y también en ciertos casos, por errores y fallas internas. Se debe añadir la ausencia de una referencia creíble después de la caída del socialismo en Europa y de los cambios de los socialismos asiáticos. En esta perspectiva, proponer otro paradigma parece ser una ilusión.
Sin embargo, otro pensamiento es posible y se manifiesta indispensable frente a la crisis sistémica del capitalismo y a la gravedad de la destrucción ambiental. Las transiciones no pueden ser pensadas como adaptaciones del sistema a nuevas exigencias sociales, culturales, ecológicas. Se debe dar pasos hacia a un nuevo paradigma, elaborados de manera práctica en los diversos dominios de la vida económica, social, cultural y económica, con una visión de conjunto (holística) y en función de la exigencia ética de producir, reproducir y mejorar la vida.
Quito 10 de octubre del 2015
[1] Así el Ecuador tuvo 7 Presidentes distintos entre 1997 y 2007.
[2] SALTOS, Napoleón, VAZQUEZ, Lola, Ecuador su realidad, 2014. p.282
[3] Información colectada sobre la página web : http://dolar.wilkinsonpc.com.co/
[4] MUÑOZ JARAMILLO, Francisco (ed), Balance crítico del gobierno de Rafael Correa, Universidad Central del Ecuador, Quito, 2014.
[5] El Ciudadano, la cultura tributaria se impuso en la Revolución Ciudadana, 14.01.2015.
[6] JÁTIVA, Carlos, Ecuador se negó a pagar la deuda y prosperó, en Le Monde Diplomatique en Español, Julio 2012, pp.8-9.
[7] INEC, Actualización metodológica: Empleo en el sector informal y la clasificación de los ocupados según sectores, Julio 2015.
[8] El Telégrafo, La revolución ciudadana privilegia al ser humano sobre el capital, 29.05.2015.
[9] El Telégrafo, 1,5 millones de mujeres tendrán seguridad social, 17.11.2014
[10] Grupo Faro, Calidad con Equidad: El desafío de la educación ecuatoriana, 2006.
[11] UNESCO, Education for All: Global Monitoring report – Regional overview: Latin America and the Caribbean, 2008. UNESCO, Education for All: Global Monitoring report – Achievements and Challenges, 2015.
[12] OMS, Situación de Salud – Ecuador, 2006, p. 93
[13] WHO, Health in the Americas, 2012, p.288
[14] MUÑOZ JARAMILLO, Francisco (ed), Op. Cit. p. 300
[15] Presidencia de la República del Ecuador. (Agosto 2012). Enlace Ciudadano No. 286. (Alangasí, Pichincha). Disponible en: http://enlaceciudadano.gob.ec/ enlaceciudadano286/
[16] Secretaría del Buen Vivir, Comunicado de Prensa – De la vieja república petrolera al nuevo país del conocimiento, 20.05.2015.
[17] “Según el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, en 8 años de gobierno se intervinieron 9.706 kilómetros de red vial estatal”. El Telégrafo, Más de mil kilómetros de carreteras por cada año, 12.01.2015.
[18] Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador, movimiento agrupando las distintas nacionalidades indígenas del Ecuador, provenientes de la Costa, de la Sierra y del Oriente. Se trata del movimiento indígena con mayor peso político en el país.
[19] DAZA, Esteban, SANTILLANA, Alejandra, Movilizaciones en Ecuador: Cambio de ciclo y perspectivas críticas, 2015.
[20] MUÑOZ, Francisco, CARRION, Diego, Cambio de la matriz productiva, Quito, 2013.
[21] El Presidente Rafael Correa, en el enlace ciudadano 431, notaba con ironía, tras la oposición de los gremios empresariales al Proyecto de Ley de Herencia y de Plusvalía y la concentración en el Ecuador de las empresas en las manos de unos pocos, que le tocaba a él, Presidente de izquierda, modernizar el capitalismo: “Imagínese, yo que soy de izquierda, tratando de modernizar el capitalismo en el Ecuador”. Ver Presidencia de la República del Ecuador (Julio 2015) Enlace Ciudadano No. 431 (Machachi,Pichincha). Disponible en http://enlaceciudadano.gob.ec/ enlaceciudadano431/
[22] Según Maristella Svampa existiría en América Latina un nuevo consenso hegemónico, luego del ilustro consenso de Washington, según lo cual el desarrollo (progresista o no) de sus países no podrían prescindirse de la explotación de los “abundantes” recursos naturales. SVAMPA, Maristella, “Consenso de los Commodities” y lenguajes de valoración en América Latina, en Nueva Sociedad, n°244, Marzo-Abril 2013, pp. 30-46.
[23] Banco Central del Ecuador, Estadísticas económicas, 2015.
[24] Información colectada sobre la página web : http://dolar.wilkinsonpc.com.co/
[25] FAO, Food Price Index, August 2015.
[26] SALTOS, Napoleon, VAZQUEZ, Lola, Ecuador su realidad, 2014. p.282
[27] La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, creada en 2010 y agrupando los 33 países americanos menos los Estados Unidos y el Canadá.
[28] Se ve un aumento de la clase media de 15,6% en 2003 a 31,5% en 2013 según cifras del Banco Mundial. El Telégrafo, Por primera vez, la clase media supera a los pobres, 21.05.2014.
[29] TUAZA CASTRO, Luis Alberto, La crisis del movimiento indígena ecuatoriano, FLACSO Ecuador, Quito, 2011, p.306
[30] SENPLADES, Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza, 2014.
[31] Op. Cit. p. 159
[32] En dicho discurso, el Presidente se refería entre otros a los cultivos de palma africana, café, cacao, flores, cuyo impacto sobre el medioambiente, debido a su explotación en monocultivos y al uso intensivo de agroquímicos, es altamente destructor. Estas declaraciones se inscriben también dentro del corriente neo-extractivista ya mencionado, el cual ve en la explotación de los recursos naturales la clave del desarrollo del país, sin preocuparse de manera suficiente de las externalidades sociales y ambientales de tal explotación. Presidencia de la República del Ecuador (Abril 2015) – Enlace ciudadano No 420 (Quito – Pichincha) – http://enlaceciudadano.gob.ec/ enlaceciudadano420/. Ver también Houtart, Francois y Yumba, Rosa María (2013). El brócoli amargo. Ciencias Sociales, (35), 283-300.
[33] SALTOS, Napoleón, VÁZQUEZ, Lola, Op. Cit., p.141
[34] RAMIREZ GALLEGOS, Franklin y CORONEL, Valeria, La política de la «buena onda». El otro Mauricio y la reinvención de la derecha ecuatoriana en tiempos de Revolución Ciudadana, en Nueva Sociedad, n°254, Noviembre-Deciembre 2014, pp.
[35] Podemos citar la reunión de Fanny Ocampos, coordinadora de Pachakutik (el brazo electoral de la CONAIE) con Guillermo Lasso el 15 de Abril 2015, la voluntad de Auki Tituaña, exdirigente de Pachakutik, de presentarse como Vice-Presidente del candidato Guillermo Lasso en las últimas elecciones presidenciales, el apoyo de Milton Castillo, candidato de Pachakutik para la alcaldía de Quito en 2014, a Mauricio Rodas para la segunda vuelta, etc.
[36] Ver el discurso de Ricardo Forster, Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional de Argentina, durante el Encuentro Latinoamericano Progresista 2015 (ELAP 2015), el 30.09.2015. (El Telégrafo, 01.10.2015).
[37] El ejecutivo ha propuesto 17 enmiendas constitucionales para reformar la constitución sin necesitar la aprobación del cuerpo electoral, sino de la Asamblea Nacional, en la cual Alianza País goza de la mayoría absoluta. Una enmienda permitiría la reelección indefinida de los mandatarios, lo que obviamente incluiría el propio Presidente. El Comercio, La reelección marca la agenda de enmiendas constitucionales, 16.04.2014.
[38] Además de organizar la registración de todas las organizaciones sociales no gubernamentales, el Decreto 16 impide a estas últimas “dedicarse a actividades […] de injerencia en políticas públicas que atenten contra la seguridad interna” bajo pena de disolución. El desenfoque del concepto de “seguridad interna” permitió por ejemplo al Ministerio del Ambiente de disolver en 2013 la Fundación Pachamama, opuesta a los proyectos extractivitas del gobierno. Ver ORTIZ LEMOS, Andrés, Sociedad civil y Revolución Ciudadana en Ecuador, en la Revista de Sociología Mexicana, vol 76, n°4, México, oct-dic 2014.
[39] Por ejemplo, se creó la Red Agraria así como la Alianza Indígena para debilitar los movimientos indígenas y campesinos; La Red de Maestros para enfrentar al sindicato Unión Nacional de Educadores; la Central Unitaria de los Trabajadores para competir con el Frente Unitario de los Trabajadores. Ver DAZA, Esteban y SANTILLANA, Alejandra, Op. Cit.
[40] Así, por ejemplo, es común ver durante manifestaciones carteles en contra de los Enlaces Ciudadanos, estas emisiones hebdomadarias durante las cuales el Presidente revisa la actualidad política durante más o menos 4 horas. Hasta que el portal www.change.org alberga una petición a favor de Enlaces Ciudadanos mensuales, cuenta con el apoyo de 1.700 personas. Ver https://www.change.org/p/una-sabatina-al-mes-no-despilfarren-nuestro-dinero-firma-esta-peticion
[41] El Comercio, Consejo de Participación se posesiona en la Asamblea sin la oposición, 25.07.2015
[42] El Telégrafo, El 31% del Presupuesto, asegurado para los GAD, 29.10.2012
[43] Aprovechando de un contexto favorable (debilitamiento del Estado bajo políticas neoliberales, apoyo de ONGs, el Acuerdo 169 de la OIT), en mayo de 1990, explotó el primer levantamiento indígena liderado por la CONAIE. Sus reivindicaciones eran múltiples: autonomía política, judicial y económica, retrocesión de territorios ancestrales,… Este levantamiento perturbo el país pero no desestabilizó el poder político, por lo menos a corto plazo. Ver MARTI i PUIG Salvador, ¿Después de la ‘década de los pueblos indígenas’, que?, en Nueva Sociedad n°227, Buenos Aires, 2010.
[44] LALANDER, Rickard, ¿Descentralización socialista? Reflexiones sobre democracia radical, participación política y el neoconstitucionalismo del siglo XXI en Bolivia, Ecuador y Venezuela, en Politeia, vol. 34, num 47, julio-diciembre 2011, Universidad Central de Venezuela. P.71
[45] LALANDER, Rickard, op. Cit.
[46] El Comercio, Ecuador en la lista de países que decrecerán, 07.10.2015.
[47] Precio medio del petróleo WTI para el año 2015 a la fecha del 07.10.2015. Información colectada sobre la página: http://dolar.wilkinsonpc.com.co
[48] El Comercio, Los principales impuestos que recauda el SRI pierden ritmo, 28.09.2015
[49] El Comercio, La economía cae por dos trimestres consecutivos, 01.10.2015
[50] El Comercio, El sector productivo prevé decrecimiento, 17.09.2015
[51] El Comercio, Los depósitos cayeron en $ 744 millones en cinco meses, 02.07.2015
[52] El Comercio, La deuda publica ecuatoriana, 27.08.2015
[53] El Comercio, Entrevista Carlos Pareja Yannuzzelli, 07.10.2015
[54] El Comercio, Incentivos para invertir en la obra pública, 29.09.2015.
[55] El Comercio, Defendemos la dolarización porque eso es lo responsable, 04.10.2015.
[56] La Vanguardia, Rafael Correa: “Sin educación no puede haber revolución, ni democracia”, 24.04.2014
[57] El Universo, Caravana Climática denuncia acoso policial en Ecuador en su viaje hacia Perú, 02.12.2015.
[58] OCMAL, Conflictos mineros en América Latina : Extracción, Saqueo y agresión, abril 2015.
[59] El Universo, CONAIE anuncia que MIES suspende desalojo de su edificio-sede, 02.07.2015
[60] Rafael Correa en una columna publicada por el Telégrafo explico la lógica de esta posición: “Ciertos líderes sindicales mantienen el mismo discurso así tengan que tratar con una empresa privada, con una transnacional, con un municipio o con un gobierno de la clase trabajadora como lo es el de la Revolución Ciudadana. No se entiende que […] cuando se disputa la renta al Estado, se afecta a la sociedad”. Rafael Correa, La supremacía del trabajo humano, en El Telégrafo, p.12, 16.11.2014.
[61] ECHEVERRÍA, Bolívar, Ensayos políticos, Ministerio de Coordinación de la Política y Gobiernos Autonomos Descentralizados, Quito, 2011 , 260 p.
[62] POLANYI, Karl, La grande transformation, Gallimard, Paris, 2009, 476 p.
[63] HOUTART, Francois, El Bien Común de la Humanidad, IAEN, Quito, 2013, 81p.