El cambio climático está aumentando el estrés hídrico en muchas regiones del planeta. El ciclo del agua está siendo alterado por el incremento de la temperatura, la disminución de las lluvias en lugares donde ya llovía poco, el agravamiento de la sequía, la desertificación, la variabilidad de los eventos climáticos, el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del mar entre otros factores.
El cambio climático altera la frecuencia y la intensidad de las lluvias, las crecidas y las sequías, lo que repercute de forma significativa en la agricultura y la producción de alimentos. Si bien las crisis alimentarias y los factores estresantes afectan a toda la población, las mujeres, las poblaciones indígenas, los agricultores de subsistencia, los ganaderos y los pescadores se ven afectados de manera desproporcionada.
La escasez de agua es un fenómeno estacional más que crónico que será agravado por el cambio climático. La variabilidad estacional mide la medida de la variabilidad de suministros de agua a lo largo del año incluyendo tanto las reservas renovables de superficie como las subterráneas.

En Sudamérica destacan por el extremo estrés hídrico el valle central en Chile, la región de Cuyo en Argentina, el litoral del Perú y sur de Ecuador, el Valle del Cauca y Magdalena en Colombia, el altiplano boliviano y el nordeste brasileño [11]. Todas estas áreas reportan niveles de estrés hídrico superiores al 80% (que se considera extremadamente alto) durante períodos que van de 3 a 12 meses por año [12].
En el último decenio, más del 90 % de los grandes desastres naturales se produjeron a causa de inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos. Las inundaciones y las sequías representan los dos principales desastres relacionados con el agua. A nivel mundial, las inundaciones y las lluvias extremas han aumentado en más del 50% durante la última década, y ocurren a un ritmo cuatro veces mayor que en 1980 [13]. Durante el período 2009 -2019, las inundaciones causaron alrededor de 55.000 muertes y afectaron a 103 millones de personas. Durante el mismo período, las sequías afectaron a más de 100 millones de personas y causaron la muerte de más de 2.000 personas. Aunque estas cifras son elevadas se espera que la frecuencia y gravedad de las inundaciones y sequías sigan aumentando por el cambio climático, provocando además la migración forzada de millones de personas [14].
El cambio climático altera la frecuencia y la intensidad de las lluvias, las crecidas y las sequías, lo que repercute de forma significativa en la agricultura y la producción de alimentos. Si bien las crisis alimentarias y los factores estresantes afectan a toda la población, las mujeres, las poblaciones indígenas, los agricultores de subsistencia, los ganaderos y los pescadores se ven afectados de manera desproporcionada.
Los cambios en las precipitaciones y el incremento de la temperatura ahondarán el descenso de los caudales de los ríos en algunas regiones, y afectarán la disponibilidad de agua para el consumo humano, la agricultura, la energía, la industria, la navegación, la pesca y “por último, pero no menos importante, el medioambiente” [15]. El cambio climático afecta negativamente a los ecosistemas de agua dulce y altera la calidad del agua.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) prevé que la capa de nieve, los glaciares y el permafrost seguirán reduciéndose en casi todas las regiones a lo largo del siglo XXI. El deshielo de los glaciares repercutirá negativamente en los recursos hídricos de regiones montañosas y llanuras adyacentes. Por cada grado de calentamiento global, aproximadamente un 7 % de la población mundial estará expuesta a una disminución de al menos 20 % en recursos hídricos renovables.
Algunos estudios estiman que el estrés hídrico alcanzará el 40 % para 2030 (Water Resources Group, 2009) y al 52 % de la población mundial para 2050. (Kölbel et al., 2018)[16]. Este agravamiento del estrés hídrico ocasionará una pugna sin precedentes entre los usuarios del agua independientemente de las fronteras territoriales.
[11] The United Nations World Water Development Report (2021)
[12] Mekonnen et al. en The United Nations World Water Development Report (2021)[13] The United Nations World Water Development Report (2021)
[14] The United Nations World Water Development Report (2021)
[15] Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020: Agua y Cambio Climático. [16] Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020: Agua y Cambio Climático.
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